Labios sabor a Miel

Labios sabor a Miel

Si mis labios fueran de miel Infinidad de abejas polinizarían todo tu amorfo ser. 
Mis caricias ya encarnadas en tu lúgubre libido fermentarían con frenéticos movimientos a todo tu andrógino cuerpo.

Cada dos a tres de noviembre ambos recolectaríamos ese preciado néctar, que extasiado derramaría por todos los poros de tu yerta piel fertilizando a mis huesos con la firme convicción de  germinar a tus hermosas flores de muerto sobre mis desgastados restos.

¡Si mis labios fueran de miel mi ternura endulzaría a tu amarga esencia sin dañina afección. Y cada que tu inseguro sentimiento lograse interactuar con la poesía que dormita dentro de mi pecho y con suma delicadeza se aparearía con los suspiros que escapen de mi erótico pensamiento!

¡Si mis labios fueran de miel infinidad de cuervos anidarían dentro de tu reino de infinito invierno. Efusivos batirían su impactante y negro plumaje precipitándose con voracidad entre tu inmortalidad y mi alma ante la dulzura de este nuestro crucial encuentro, mientras tus caricias cortejan a todo momento la anatomía de mi espectro.

Si mis labios fueran de miel, la luna con tan vehemencia se aferraría a la tierra desbordando cataclismos no importando que ambos cuerpos logren hacerse añicos, ¡siempre y vuelvan a formar uno mismo.

Aquellos océanos que antaño reflejaban el lado izquierdo de nuestro rostro dejarían de mostrarnos solitarios ante su brillo. Ese brillo que actualmente resguarda a mi alma de la voraz oscuridad que pretende tragarse de un solo bocado a este sentimiento que cada vez más y más a tu eternidad confronta al dejarte vivir tan sola.

¡Si mis labios fueran de miel, embelesadas las larvas ante tanta dulzura invernarían dentro de tu milenario pecho. Ellas harían de él su aposento predilecto, mientras se fortalecen alimentándose de nuestro mutuo sentimiento. De tres semanas o dos meses dormitarían esperando a que su metamorfosis dote de colorido momento a nuestro mutuo anhelo.¡Logrando el milagro de la vida, de qué miles de mariposas multicolores migren desde tu reino hasta donde yacen mis huesos ahuyentado a los temidos escarabajos de cementerio.

¡Si mis labios fueran de miel, incrédulo el universo presenciaría caer estrella por estrella qué brillosas y soberbias persisten en ser parte de innegable de nuestra gran historia.

Si mis labios fueras de miel, las cenizas de mi carne se tatuarían  indelebles sobre tus mitológicos labios, mientras tus manos resguardan a mi resto con total embeleso.

¡Si mis labios fueran de miel te opondrías una y otra vez a las decisiones de tu hermano Destino que te sugiere atentar contra dicha experiencia a dejarte experimentar con ella.

Quién diría que tú, la misma muerte a mi espectro mantienes amándote dormido o deseándote despierto con la firme seguridad que mientras tus leales cancerberos resguarden mi vieja y desgastada tumba de toda probable rapiña, a mi alma mantendrás por siempre dentro de tu línea.

Y pese al llamado del descanso eterno a mi alma la mantienes en tu reino.

Con aprensión omites las advertencias de tus hermanos los eternos. Negándote a dejar ir al único mortal que en milenios te ha hecho sentir ese entrañable sentimiento. Sentimiento que surgió cuando aquel dos de noviembre acudiste por almas y sin querer mitigaste la hiel de tus besos con mis descarnados labios sabor a miel.

©Reservados

“Eclipsando a tu Sentimiento”